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Utilización de Fondos Públicos para Escuelas Privadas

En algún tiempo, la educación dependía principalmente de la riqueza de la familia y de su raza. Los hijos de padres que podían pagar eran enviados a escuelas privadas. Muchos niños pobres o de grupos minoritarios o no recibían ninguna educación o ésta era muy básica.

Desde esa época, las escuelas han mejorado. En la actualidad nuestros hijos tienen acceso a maestros mejor preparados, y recursos de enseñanza, pueden tomar cursos de preparación para nivel universitario, y tienen innumerables oportunidades de desarrollar su liderazgo a través de actividades extra-escolares. Los niños tienen derecho a una educación gratuita. Nuestro sistema de educación pública es financiado por todas las personas, y beneficia a todos. En esencia, ejemplifica los principios de democracia y de libertad que son los pilares de nuestra sociedad.

¿Cuál es el problema?
Un pequeño grupo de personas desea crear un sistema que debilita la calidad de la educación pública que reciben muchos niños. Mediante un sistema de vales o vouchers, sólo unos cuantos estudiantes asisten a escuelas privadas y recortarían muchos de los tan necesitados recursos para educar a los niños en las escuelas públicas.

La competencia no es lo que mejora la educación pública. Lo cierto es que las escuelas públicas están mejorando sin los vales o vouchers. Estas escuelas deben cumplir con los estándares estatales y federales para asegurar que las escuelas públicas son seguras y que están educando a los niños y que todos los niños reciben una educación equitativa. Por su parte, las escuelas privadas no tienen que cumplir con estos estándares. Si una mayor cantidad de fondos públicos se dedican para educar de manera privada a unos cuantos niños, hay menos dinero para los demás.

Los vales o vouchers permiten que las escuelas privadas escojan, no las familias. Las escuelas privadas escogen cuales estudiantes son elegibles de admisión. Ellos no tienen que informarle a la gente en general. Aún mejor, los padres de familia ya tienen un mayor número de opciones dentro del sistema de escuelas públicas. Hay escuelas tipo magneto, escuelas tipo charter, y oportunidades para que los niños cambien de una escuela de bajo aprovechamiento a una escuela que tiene un gran éxito académico.

Cuando a las familias no les gusta la escuela de los vales o vouchers, regresan a su escuela pública y sus hijos tienen que trabajar duro para ponerse al corriente. Muchas familias regresan a la escuela de su vecindario. Con frecuencia, no cubren toda la colegiatura, ni pagan por la transportación, uniformes, libros y otros gastos. En otros casos, las escuelas privadas no ofrecen educación bilingüe, ni un programa para estudiantes avanzados y con talentos especiales, o un programa de educación especial. La mayoría de escuelas privadas no tiene maestros certificados y no están controladas por los mismos estrictos requerimientos que se les imponen a las escuelas públicas. Cuando las familias se dan cuenta de esto y quieren que sus hijos regresen a la escuela pública de su vecindario, sus hijos ya perdieron mucho tiempo de su aprendizaje.

¿Qué se debe hacer?
Necesitamos mostrar nuestro apoyo en favor de una educación excelente para todos los niños. Aquí hay algunas ideas:

Hablen con otras familias de su vecindario.
Organicen un grupo que haga presentaciones en eventos públicos.
Trabajen con grupos como su PTA, mesa directiva escolar, concilio de la ciudad y miembros de las iglesias que están en contra de los vales e informen a los demás.
Escribanles o hablen con sus representantes en el estado y en el senado.
Organicen una campaña de cartas en contra de los cupones o vouchers.

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