Eliminar el Sistema de Fondos Escolares de Texas no es Bueno para Niños y es una Política Oficial Injusta
February 20, 2003
¿Por qué se requiere un sistema de fondos equitativo?
La equidad en fondos beneficia a todos los niños y es la ley. Antes de que el sistema actual estuviera en vigencia, las escuelas de algunos niños eran de construcción inferior, tenían hoyos en los techos mientras que otras estaban en excelentes condiciones y hasta tenían planetarios. Algunos aprendieron y después aprovecharon, mientras que a muchos se les negó una oportunidad justa.
En el histórico caso de fondos de la escuela Edgewood, la Suprema Corte de Texas decidió que el sistema actual de fondos de las escuelas públicas es equitativo y constitucional. Si el sistema es eliminado sin una alternativa específica, el estado de Texas quedará abierto a nuevos desafíos en los tribunales y a años de inestabilidad. Lo más importante, muchos niños en la mayoría de las escuelas de Texas perderán.
¿A quiénes impactará al eliminarse el sistema actual de fondos escolares?
Todas las escuelas públicas de Texas serán impactadas al eliminarse el sistema actual de fondos.
¿Quiénes pierden y quiénes ganan?
Todos pierden y nadie gana si eliminamos la equidad en los fondos escolares. De los 1,033 distritos escolares en el estado de Texas, 917 distritos que educan a un 91 por ciento de los niños de Texas perderán aproximadamente $11 mil millones que el estado proporciona a través del sistema actual de fondos. Esos distritos tendrán que aumentar los impuestos locales o recortar gastos despidiendo a maestros o eliminando programas para los niños. Los 116 sistemas escolares que “comparten la riqueza” también perderán en un sistema desigual que obscurece el futuro de la productividad económica en Texas.
Si el estado reestablece algunos fondos, pero no require que los distritos más ricos compartan sus ingresos, los 887 distritos escolares que diréctamente se beneficiarián de los $1.2 mil millones recibidos por la recolección, no tendrían esos fondos disponibles. Si los legisladores mantienen su promesa de no aumentar los impuestos, esos distritos escolares tendrían que cortar o reducir programas, reducir maestros u otros empleados, o aumentar los impuestos.
¿Por qué ellos le llaman “Robin Hood” al actual sistema?
Algunos nos han hecho creer que el dinero se toma de los distritos ricos y se les da a los distritos pobres y que los contribuyentes de esos distritos ricos subsidian a los contribuyentes en los distritos pobres. Este no es el caso.
Como se menciona en el editorial del San Antonio Express-News del 10 de febrero de 2003: “Mucha de la riqueza de la que gozan estas propiedades de los distritos escolares ricos no proviene de contribuyentes individuales sino de los negocios que se han establecido en esas comunidades. Muchas veces estos negocios se establecieron en esos sitios debido a la infraestructura costeada por el estado, la que es financiada por los contribuyentes de todo Texas. Es justo esperar que los estudiantes de las escuelas públicas de todo el estado cosechen los beneficios.”
¿Qué se propone para reemplazar el sistema actual de fondos?
Nada. Aunque algunos planes exigen comités para estudiar y recomendar alternativas, no se requeriría un sistema de fondos alternativos durante dos años. Mientras tanto, las escuelas no sabrían cómo funcionaría el nuevo sistema y no podrían saberlo para efectuar planes a largo plazo, como por ejemplo, el número de maestros que tuvieran que contratar, ni tampoco si habrá o no dinero para construir nuevas escuelas.
¿Por qué debo preocuparme si se elimina el actual sistema?
Si es contribuyente, usted no sabe si los impuestos locales para las escuelas van a incrementarse, disminuirse o si se quedarán como están y usted no sabrá eso por lo menos hasta en dos años (hasta el 2005).
Si es padre de familia, usted no sabe qué clase de programa escolar se le irá a proporcionar a su hijo. Puesto que el estado eliminaría las fórmulas actuales que se basan en las características del estudiante, usted no sabe si la educación especial obtendrá fondos y, si los obtiene, a cuanto ascenderán. Las mismas preguntas existen para los alumnos de bajos ingresos, niños super dotados y niños que no hablan inglés.
Si vive en una comunidad rural, usted no sabrá si el dinero extra que su comunidad recibe debido a que es pequeña o está ubicada en el campo continuará, o si el estado seguirá proporcionando dinero, por ejemplo, para autobuses. Y usted no tendrá respuestas hasta que el comité legislativo efectúe recomendaciones en el 2005.
¿Es el sistema de fondos actual tan malo que no se puede arreglar?
Un puñado de gente lo piensa así, pero ellas son parte de un pequeño número que desea gastar miles de dólares más en “sus” niños que nadie más y pagar menos impuestos al mismo tiempo. La verdad es que con unos cuantos ajustes pequeños las cosas que a algunas escuelas les preocupa se pueden arreglar. Por ejemplo, algunos se quejan que el límite de impuestos actual necesita cambiarse. Y esto puede ser simplemente elevando el límite del actual $1.50 a uno más alto. Incluso las quejas de los distritos más acaudalados se pueden tratar sin destruir el sistema entero.
¿Qué si sólo se calcula que es una educación adecuada y si sólo se proporcionan los fondos para eso?
Algunos proponen que el estado debe realizar un estudio de lo que es una educación adecuada y estimar cuánto cuesta y simplemente proveer fondos para eso. Nadie ha hecho la pregunta: ¿Adecuada para que? ¿Necesitamos educar a todos para que sean jardineros adecuados? ¿mecánicos automotrices adecuados? ¿estudiantes universitarios adecuados? ¿doctores adecuados? O quizá más estrictamente, ¿estudiantes preparados para tener éxito en exámenes para poder graduarse? Hasta que los proponentes de “una educación adecuada” respondan “¿Adecuada para qué?” Ellos están pidiéndole al público a aceptar algo sin estudiarlo cuidadosamente.
Otro problema con el concepto de “una educación adecuada” es que usualmente significa “lo mínimo,” y así significa una educación insuficiente para todos los niños de Texas. Si es mínimo para algunos, pero excelente para otros, el sistema sería desigual y entonces sujeto a los mismos retos legales que el estado peleó durante casi 20 años. En vez de proponer lo mínimo, debemos calcular el costo de una educación excelente para todos los niños y proveer los fondos para eso de una manera equitativa.
Texas no puede darse el lujo de retroceder 20 años, a los días en que algunos niños tenían buenas escuelas y otros no, algunos pagaban impuestos prediales altos mientras que otras comunidades pagaban casi nada y la educación se basaba en el lugar en el que usted había nacido. Las mismas fuerzas que crearon esas condiciones desiguales son las que dirigen el movimiento para destruir el actual plan de fondos. Todos los niños merecen más. Y nuestra nueva economía lo demanda.