9th Grade, Odessa High School, Odessa, Texas
Para mí, tener la oportunidad de ser tutor de niños me ha ayudado mucho en mi forma de pensar y ver las cosas. Ver cómo piensan de una manera tan singular y sin malicia me llena de felicidad por la sinceridad y nobleza que tienen.
Ser tutor me ha ayudado a ser más paciente con la gente y a entender que no todos pensamos de la misma manera. Todos procesamos las cosas a nuestro propio ritmo. No todos podemos tener la misma capacidad de entender un tema al mismo ritmo. Algunas personas necesitan más tiempo para entender, y otras pueden aprender más fácilmente.
La primera vez que fui al aula donde iba a ser tutora, me sentí muy nerviosa, pero a la vez una emoción intensa. Siempre me han gustado los niños, y me hace feliz pasar tiempo con ellos. También es una conversación diferente a la que estoy acostumbrada a tener con mis amigos o adultos. Mis alumnos aún no han llegado a esa etapa de preocuparse tanto por el trabajo o las cosas de los adultos. Por eso me gusta hablar con ellos, porque sus preocupaciones de niños no se vuelven tan preocupantes para nosotros que somos mayores que ellos. Pero para ellos, es como si un juguete se perdiera y el mundo se fuera a acabar.
También me da la sensación de pensar que alguna vez estuve en esa etapa. También lloré y pensé que mi mundo se iba a acabar porque mi juguete favorito se había perdido. Ahora me doy cuenta de que en la vida habrá cosas que tendremos que enfrentar que serán más difíciles. Pero ellos, como niños, aún no están en esa etapa.
Cuando estoy con mis alumnos, intento hacerles entender que tienen que aprovechar y disfrutar de la etapa en la que están viviendo ahora mismo, donde no hay tantas preocupaciones. Cuando sean mayores, querrán retroceder en el tiempo y volver a ser pequeños. La gente solía decirme esto, y realmente no les creía. Pero ahora que soy mayor, realmente quiero volver a la época en que era más joven. A pesar de que no soy adulta, todavía tengo mucho que vivir y disfrutar y también llorar tal vez.
En el salón de clases, donde ahora estamos los tutores llenando tareas y haciendo varias cosas, es cuando me doy cuenta de que realmente nos gusta ayudar a los niños. Estamos haciendo un esfuerzo por mejorar nuestras calificaciones para poder continuar en este programa. Esta no es una tarea fácil, porque hay personas a las que no les gusta la escuela y no quieren asistir o hacer el trabajo. Pero incluso si no queremos hacerlo, lo hacemos para poder seguir ayudando a nuestros estudiantes y poder seguir viéndolos. La única razón por la que vamos a clases y hacemos el trabajo y mantenemos bien nuestras calificaciones, es para poder seguir guiándolos a hacer las cosas bien. Cuando no entienden algo, estamos ahí para ayudarles
Nosotros como tutores, o al menos en mi experiencia, podemos tener una conexión con nuestros pequeños alumnos porque ya pasamos por esa experiencia y seguimos pasando por ella, porque seguimos siendo estudiantes. Es por eso por lo que podemos tener esa conexión. Cuando era pequeña, tuve una maestra con la que sentí una conexión tan hermosa. Me gustaba ir al jardín de infantes porque me gustaba esa maestra y quería aprender. Me gustó la forma en que nos enseñó y nos explicó las cosas. Creo que siempre recordaré a mi maestra, a quien llegué a querer mucho y todavía lo hago.
Ahora quiero ser ese tutor para mis alumnos. Quiero que se sientan libres de hacer cualquier pregunta que tengan y que les guste la forma en que les enseño. Cuando crezcan, quiero que me recuerden como una buena maestra y que tuvieron una buena experiencia conmigo. Cuando alguien les pregunta si tuvieron un maestro favorito cuando eran pequeños, quiero que piensen en mí o al menos recuerden hermosas experiencias conmigo. Quiero ser ese tutor para mis alumnos.
Este programa me ha ayudado mucho, y no solo a mí, sino también a los demás tutores que quieren dar una bonita experiencia a los niños, ya que también nos ha enseñado a valorar y respetar otras normas. Porque ahora que estamos en la escuela secundaria, muchas cosas son muy diferentes que realmente no quiero que los pequeños vean.
Esta es también la razón por la que somos tutores, para hablar con ellos si quieren hablar, darles consejos y hacerles entender que en la vida siempre habrá momentos buenos y malos. Es por esto por lo que debemos disfrutar de todas nuestras etapas y más aún de aquellos que son pequeños ahora mismo y que ríen y sonríen mucho.
Además de ayudarme educativamente, ser tutora también me ha ayudado en mi vida diaria, en mi vida personal, ya que he visto niños con pensamientos tan limpios y puros, que también me han ayudado a pensar de una manera más positiva. No debería estar preocupado por un trabajo o una cosa todo el día. Porque puedo ver a niños que se caen o se les escapa algo y se ponen a llorar. Después de un minuto, ya están sonriendo y riendo a carcajadas.
Este programa realmente me ha dado fuerza. También he visto cómo los niños no se dan por vencidos por lo que quieren hacer o aprender, lo que para mí quizás no sea algo difícil, pero para ellos sí lo es. Así es como veo las cosas. Si un niño no renuncia a lo que quiere lograr, yo tampoco debería renunciar. Y, aunque en ese momento lo veo como el peor problema o como si se me fuera a acabar el mundo, en algún momento voy a salir de ahí y voy a luchar para poder conseguir lo que quiero.
Todavía no estoy segura de si me voy a dedicar a esto, pero sí estoy segura de que, si este va a ser mi futuro trabajo, trabajaré muy bien para que mis futuros alumnos tengan una buena experiencia, al igual que yo tuve una bonita experiencia con mi maestra de jardín de infantes.
[IDRA translation]
For me, having the opportunity to be a tutor for children has helped me a lot in my way of thinking and seeing things. Seeing how they think in such a unique way and without malice fills me with happiness about the sincerity and nobility they have.
Being a tutor has helped me to be more patient with people and to understand that we do not all think the same way. We all process things in our own time. We cannot all have the same ability to understand a topic at the same pace. Some people need more time to understand, and others can learn more easily.
The first time I went to the classroom where I was going to be a tutor, I felt very nervous but at the same time an intense emotion. I have always liked children, and it makes me happy to spend time with them. It is also a different conversation than what I am used to having with my friends or adults. My tutees have not yet reached that stage of worrying so much about work or adult things. That is why I like to talk to them because their worries as children don’t become so worrisome for us who are older than them. But for them, it’s as if a toy is lost and the world is going to end.
It also gives me a feeling to think that I was once in that stage. I also cried and thought my world was going to end because my favorite toy had been lost. Now I realize that in life there will be things we have to face that will be more difficult. But they, as children, are not yet in that stage.
When I’m with my tutees, I try to make them understand they need to take advantage and enjoy the stage in which they are living right now, where there are not so many worries. When they are older, they will want to turn back time and be small again. People used to tell me this, and I really didn’t believe them. But now that I’m older, I really want to go back to the time when I was younger. Even though I’m not that old, I still have a lot to live and enjoy and also cry maybe.
In the classroom, where we are now the tutors filling out assignments and doing various things, that’s when I realize we really like to help the children. We are making an effort to improve our grades to be able to continue in this program. This is not an easy task, because there are people who don’t like school and don’t want to attend or do the work. But even if we don’t want to do it, we do it so we can continue to help our students and we can continue to see them. The only reason we go to classes and do work and maintain our grades well, is to be able to continue guiding them to do things well. When they do not understand something, we are there to help them.
We as tutors, or at least in my experience, can have a connection with our little students because we already went through that experience and we continue to go through it, because we are still students. That’s why we get to have that connection. When I was little, I had a teacher with whom I felt such a beautiful connection. I liked going to kindergarten because I liked that teacher and I wanted to learn. I liked the way she taught us and explained things to us. I think I will always remember my teacher who I came to love very much and still do.
Now I want to be that tutor for my students. I want them to feel free to ask any questions they have and for them to like the way I taught them. When they grow up, I want them to remember me as a good teacher and that they had a good experience with me. When someone asks them if they had a favorite teacher when they were little, I want them to think about me or at least remember beautiful experiences with me. I want to be that tutor for my students.
This program has helped me a lot, and not only me, but also the other tutors who want to give a nice experience to the children, since it has also taught us to value and respect other rules. Because now that we are in high school, many things are very different that I really do not want the little ones to see.
This is also the reason we are tutors, to talk to them if they want to talk, give them advice, and make them understand that in life, there will always be good and bad moments. This is why we must enjoy all our stages and even more so those who are small right now and who laugh and smile a lot.
Besides helping me educationally, being a tutor has also helped me in my daily life, in my personal life, since I have seen children with such clean and pure thoughts, which have also helped me to think in a more positive way. I should not be worried about a job or a thing all day. Because I get to see children who fall or they miss something and start crying. After a minute, they are already smiling and laughing aloud.
This program has really given me strength. I have also seen how children do not give up for what they want to do or learn, which for me is perhaps not something difficult, but for them it is. Now that’s how I see things. If a child doesn’t give up on what he wants to achieve, I shouldn’t give up either. I see that, although at the moment I see it as the worst problem or as if my world is going to end, at some point, I’m going to get out of there and I’m going to fight to be able to achieve what I want.
I’m still not sure if I’m going to dedicate myself to this, but I’m sure that, if this will be my future job, I’ll work very well so that my future students have a good experience, just like I had a nice experience with my kindergarten teacher.
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The IDRA Valued Youth Partnership is a research-based cross-age tutoring program. According to the Valued Youth creed, all students are valuable, none is expendable. The lives of more than 737,000 students, families and educators have been positively impacted by the program.